ORIENTACIONES A LA FAMILIA ANTE UNA
FOBIA ESCOLAR
Consideraciones:
Este
síndrome se caracteriza por un manifiesto rechazo a la asistencia al colegio e
implica un temor irracional por alguna situación particular. Está relacionada con
el contexto escolar y hechos traumáticos reales en la escuela (participación
obligatoria en algunas actividades, rechazo de los compañeros, rigidez del
profesor, etc.). Puede agravarse por reacciones verbales hostiles por parte del
profesorado al no comprender los temores del niño o por conflictos entre los
padres y los profesores. Los síntomas incluyen:
dolor abdominal, náusea, vómito, diarrea, dolor de cabeza, palidez y debilidad,
que aparecen por la mañana antes de ir a la escuela y por lo general
desaparecen antes que terminen las clases, y no aparecen los fines de semana ni
días festivos. Las fobias son una forma de miedo que responde a estas
características: son desproporcionadas a la situación que desencadena la
respuesta de miedo y están relacionadas con estímulos que no son objetivamente
peligrosos, no pueden ser eliminadas racionalmente porque están más allá del
control voluntario, tienen larga duración, interfieren considerablemente en la
vida cotidiana del niño en función de las respuestas de evitación, y suelen aparecer
con más frecuencia entre los 4 y 8 años.
Los niños
con fobia escolar tienden a manifestar los siguientes tipos de respuestas:
1.
Se niegan a asistir al colegio.
2.
Lloran, gritan y patalean al llevarles
a la escuela.
3.
Se quejan de dolores y enfermedades
cuando se acerca el momento de ir a la escuela, desapareciendo los síntomas si
se le permite quedarse en casa.
4.
Manifiestan síntomas fisiológicos como
rigidez muscular, sudoración excesiva en la palma de las manos, dolor de cabeza
y estomago, nauseas, vómitos, diarrea.
5.
Anticipan consecuencias
desfavorables.
6.
Evalúan negativamente sus
capacidades.
7.
Planean escaparse del colegio.
Orientaciones:
Intervención familiar
Si se hace cumplir
la regla de la asistencia diaria a la escuela, el problema de la fobia
escolar mejorará en forma notable en una o dos semanas.
En cambio, si no le
exige a su hijo que asista diariamente a la escuela, los síntomas físicos y el
deseo de quedarse en casa se volverán más frecuentes. Cuanto más tiempo pase
su hijo en casa, tanto más difícil le resultará volver a la escuela.
Podrían estar en juego la vida social y la educación futura del niño.
Cuando el niño se
alborota al separarse de los padres, la mejor estrategia es informarle,
calmadamente, que el padre/ madre regresará y que el niño tiene que quedarse,
entonces debe irse rápido. Una separación firme, rápida y con cariño es
mejor tanto para los padres como para el niño.
1. Insistir ir a la escuela.
La
mejor terapia de la fobia escolar es ir diariamente a la escuela. Los temores
se superan enfrentándolos cuanto antes. La asistencia diaria a la escuela hará
que casi todos los síntomas físicos del niño mejoren.
Los
síntomas se volverán menos intensos y se presentarán con menor frecuencia y,
con el tiempo, el niño volverá a disfrutar de la escuela.
Sin embargo, al
principio el niño pondrá a prueba la determinación de la madre de enviarlo a la
escuela todos los días. Los padres deberán hacer que la asistencia a la
escuela sea una regla rigurosa, sin excepciones.
2. Los padres deben ser particularmente firmes las
mañanas de los días de escuela.
Al
principio, las mañanas pueden ser difíciles. Nunca se le debe preguntar al niño
cómo se siente porque esto lo estimulará a quejarse.
Si el niño está
suficientemente bien para estar levantado y andar de un lado a otro dentro de
la casa, está suficientemente bien para poder ir a la escuela. Si se queja de
síntomas físicos, pero son los ya ha mostrado en otras ocasiones, deberá ser
enviado a la escuela inmediatamente con mínima discusión.
En el caso de que
los padres no estén seguros acerca de la salud de su hijo, deben enviarlo a la
escuela de todos modos; porque si los síntomas empeoran después, el centro lo
comunicará a la familia.
Aunque se le haga
tarde, el niño debe ir a la escuela.
Algunas veces un
niño puede llorar y gritar, negándose absolutamente a ir a la escuela. En ese
caso, después de hablar con él sobre sus temores, se le debe llevar. Uno de los
padres podría ser mejor que el otro en hacer cumplir esto. Incluso en algunas
ocasiones, un pariente puede encargarse del asunto durante unos días.
3. Coger una cita para que el niño vaya a ver a
su médico la misma mañana si se queda en casa.
Si el niño tiene un
síntoma físico nuevo o parece estar muy enfermo, es probable que los padres
quieran que se quede en casa. Si tienen dudas, probablemente su médico puede
determinar la causa de la enfermedad del niño. Si el síntoma es causado por una
enfermedad, puede iniciarse el tratamiento apropiado. Si el síntoma es causado
por ansiedad, el niño deberá volver a la escuela inmediatamente.
Los niños con dolor
de garganta, tos moderada, secreción nasal u otros síntomas de resfriado, pero
sin fiebre, pueden ser enviados a la escuela. Los niños no deben permanecer en
casa por "parecer enfermos", "tener mal color", "tener
ojeras" o "estar fatigados".
4. Solicitar la asistencia del personal de la
escuela.
Deben informar al
maestro de la escuela que, si los síntomas del niño aumentan, deje que se
relaje de 5 a
15 minutos en otro lugar, en lugar de enviarlo a casa.
Si el niño tiene
algunos temores especiales, como recitar en clase, el maestro generalmente hará
concesiones especiales.
5. Hablar con el niño sobre su temor a la
escuela.
En algún momento,
que no sea una mañana de escuela, hablar con el niño sobre sus problemas,
alentarlo a decir exactamente lo que le molesta, preguntarle qué es lo peor que
podría pasarle en la escuela o en el camino a la escuela. Si hay una situación
que pueda cambiar, decirle que harán todo lo posible por cambiarla. Si les
preocupa que los síntomas puedan empeorar en la escuela, asegúrenle que puede
relajarse unos minutos en el colegio según lo necesite.
Después de
escucharlo atentamente, deben decirle que entienden sus sentimientos, pero que
sigue siendo necesario que asista a la escuela mientras mejora.
6. Ayudar al niño a pasar más tiempo con otros
niños de su edad.
Fuera de la
escuela, los niños con fobia escolar tienden a preferir estar con sus padres,
jugar dentro de casa, estar solos en su cuarto, ver mucha televisión, etc.
Muchos no pueden
pasar una noche en casa de un amigo sin desarrollar un sentimiento abrumador de
nostalgia. Necesitan estímulo para jugar más con sus compañeros.
Esto puede ser
difícil para los padres que disfrutan de la compañía del niño, pero a la larga
es el mejor curso de acción. Es necesario que alienten a su hijo para que hagan
deporte (por lo general, prefieren los deportes que no son de contacto físico).
Además es conveniente que envíen más frecuentemente a su hijo fuera de casa o a
las casas de otros niños. Pueden invitar a los amigos de su hijo a salir con su
familia o a pasar la noche en su casa. La experiencia en un campamento de
verano podría resultarle sumamente beneficiosa.
Apunte de programa:
·
Detectar el origen de la fobia:
relaciones con el profesor o compañeros.
·
Colaborar con el profesor, director,
psicólogo para establecer un plan de acercamiento al centro.
·
Jerarquizar las situaciones de menor a
mayor miedo. Ejemplo:
-
El niño junto con la madre visitan con
frecuencia el edificio y los patios de la escuela.
-
Madre e hijo entran en el edificio de
la escuela, pasean por él y miran cómo juegan otros niños.
-
Madre e hijo entran en el aula vacía y
permanecen allí un rato.
-
Un compañero acompaña al niño en el
aula vacía. La madre está con ellos y promueve la interacción.
-
La madre se sitúa delante de la puerta
del aula, permaneciendo atenta al niño.
-
La madre se aleja del aula pero
permanece en los alrededores.
-
El niño asiste durante unos minutos a
una clase mientras es esperado por su madre delante de la puerta.
-
El tiempo de asistencia a la clase se
alarga paulatinamente, mientras la madre aguarda cerca del aula.
-
Mientras el niño asiste a las clases
la madre lo espera delante de la escuela, recogiéndolo a una determinada hora
Si,
mientras se lleva a cabo el proceso de acercamiento gradual al estímulo fóbico (colegio,
clase, compañeros, profesor...) se le proporciona al niño
información-satisfacción de cómo va superando su miedo se acelera el proceso de
extinción de la conducta fóbica.
OTRAS ORIENTACIONES A LA FAMILIA ANTE UNA
FOBIA ESCOLAR
Es importante las siguientes actitudes para tratar esta
problemática:
1.- Actitud
conjunta en ambos esposos.
2.- Evitar el sobre
proteccionismo del niño/a.
3.- No reforzar
conductas indeseables, no manifestando interés por el problema que se plantea,
al menos externamente.
4.- No manifestar
ansiedad.
5.- Quitar
importancia a sus vómitos, mareos, inapetencias o dolores estomacales.
6.- Manifestar
interés por la escuela, su asistencia al centro escolar y la tarea desarrollada
en él.
7.- Evitar las
faltas a la escuela.
8.- Compensar su
debilidad por otras vías (vitaminas...)
Con
más detalle:
·
Actitud conjunta
en ambos esposos.
·
Evitar el sobre
proteccionismo de la niña:
·
Responsabilización de recoger sus
juguetes cada vez que los extiende para jugar.
·
Realización autónoma de las tareas que
le afecten de forma personal y directa:
vestirse-desnudarse, comer, colocar adecuadamente sus prendas de vestir en una
silla o percha, etc.
·
Colaboración en la realización de
tareas de la familia como pueden ser poner la mesa, retirarla, etc.
·
Ejecución de recados que implican el
traslado fuera del hogar. Ir a la tienda, a casa de un familiar, de una
vecina...
No reforzar conductas indeseables, no manifestando
interés por el problema que se plantea, al menos externamente.
No manifestar ansiedad.
Hablar en casa siempre positivamente de todo lo
relacionado con el colegio...manifestar interés por la escuela, su asistencia
al centro escolar y la tarea desarrollada en él.
Se debe
establecer un plan de acercamiento gradual al centro:
La niña y su madre visitan con frecuencia el edificio y
patio de la escuela. Pasean por los alrededores del colegio haciendo o hablando
entre ellas de algo que le gusta a la niña.
La madre lleva a la niña al centro: primero hasta la
misma puerta, después hasta la mitad del camino, después la observa como la
niña se va a la escuela desde la puerta de la casa...No dar ningún paso atrás.
Los padres mostrarán lo contentos que están con los
progresos de la niña, diciendo: “Estoy muy contento/a por que has ido sola al
colegio “.